“Discipline Equals Freedom” -Jocko Willink
El poderoso y legendario Jocko Willink, conocido por su mentalidad inquebrantable y su enfoque implacable, lo dice claramente: “La disciplina es libertad”. No solo lo dice, sino que es el título de uno de sus libros, y estoy completamente de acuerdo. La disciplina es la clave para alcanzar la verdadera libertad.
La libertad no se trata solo de hacer lo que querés, cuando querés. Suena fácil, pero en realidad no lo es. La verdadera libertad viene de la capacidad de tomar el control de tus acciones, incluso cuando no tenés ganas de hacerlo. Ahí es donde entra la disciplina.
Imaginate esto: un día, de repente, decidís levantarte a las 4 de la mañana para salir a caminar. ¿Querés hacerlo? Sí. ¿Lo hacés? Bueno, ahí está el problema. A esa hora, la cama está demasiado cómoda, demasiado calentita. ¿Terminás haciéndolo? Tal vez una vez, o dos, o tres, mientras la motivación está en su punto más alto. Pero, ¿qué pasa cuando la motivación se desvanece y ya no tenés ganas de levantarte a las 4 a.m., pero sabés que es bueno para vos? Ahí es donde entra en juego la disciplina.
La disciplina es lo que te permite hacer las cosas que sabés que son buenas para vos, incluso cuando tu mente y tu cuerpo te dicen que no. Cuando esa voz interna te susurra “quizá mañana” o “hoy no, mejor otro día”, la disciplina es la que patea el tablero y te obliga a actuar. Es la que te levanta de la cama, te pone los zapatos y te saca a la calle, incluso cuando no tenés ganas.
La motivación es efímera. Viene y va, y no podés depender de ella para alcanzar tus metas. La disciplina, en cambio, es constante. Si la cultivás, te mantiene en movimiento incluso cuando todo en vos quiere quedarse quieto. La disciplina es lo que te permite ser constante, y la constancia es lo que te lleva a la libertad.
Así que, si querés ser libre, empezá por construir disciplina. Porque, como bien dice Jocko, “Discipline Equals Freedom”.